CUANDO UNA MALA EXPERIENCIA DE CLIENTE EMPIEZA CON LA PUBLICIDAD.

“Si este año te han subido el precio del seguro de tu coche vente con nosotros  y sea cual sea te lo bajamos”.

Tras escuchar este rotundo eslogan, con la promesa garantizada de ahorrar en el próximo recibo del seguro de mi vehículo, a punto de vencer,  procedemos a llamar a la compañía aseguradora.

El coche tiene solo un año de vida, no se ha dado parte alguno, y nuestra compañía actual, nos ha subido algo la prima inicial de la oferta de contratación. Parece que reunimos todos los requisitos para que la compañía aseguradora anunciante cumpla su palabra.

¡¡¡ PUES NO!!!. La oferta de un nuevo  seguro a todo riesgo sin franquicia, no se acerca ni de cerca, a la que tenemos actualmente. La decepción está servida.

¿Cómo puede ser que una compañía de la talla de la compañía aseguradora anunciante,  haga una publicidad que se puede entender engañosa? ¿No hay una regulación de Autocontrol que controle esto? ¿Dónde están los departamentos de defensa de consumidores y usuarios, de las televisiones que emiten esta campaña?

Seguramente ninguna de estas cuestiones tenga respuesta, y está claro que todas tengan argumento,  pero lo que está claro es que la experiencia de cliente, aunque sea potencial, queda por los suelos.

Un  PROGRAMA DE EXCELENCIA COMERCIAL debe estar integrado dentro de todas las áreas de una empresa, incluido en su filosofía y también en sus comunicaciones. Más aún cuando una campaña va a tener el impacto mediático del ejemplo (Calificado como: «Spot de Oro». Con un total de 3.134.119 espectadores correspondientes al período del 18 al 24 de julio de 2016) .

Defraudados antes de comenzar la relación, con una promesa rota que nunca se cumplió.